Iván Petroff - Juana Ramos

Juana Ramos e Iván Petroff: El retorno de dos alas

Iván Petroff – Juana Ramos

Dos alas es una colección de poesía creada por El Ángel Editor, desde Ecuador para el mundo hispano, que pretende reunir a muchos de los autores más importantes de la poesía ecuatoriana con sus grandes colegas iberoamericanos, y que este encuentro se vuelva un lazo cómplice que traspase fronteras, que junte sensibilidades similares, que permita que dos poéticas se den la mano y traten de alcanzar al lector a través del vuelo cómplice de dos alas que crean a ese pájaro del poema.

Biografías autores

En este libro están juntas las poéticas de Iván Petroff Rojas (Cuenca, 1956) y Juana M. Ramos (Santa Ana, El Salvador, 1970). Los dos conducen sus versos por sensibilidades parejas, pero personalidades y estilos distintos.

El escritor español Carlos Pérez Agusti dice sobre el poeta ecuatoriano: Podemos afirmar que la de Iván Petroff es una poesía que no se cierra sobre sí misma, lo que supone el rechazo de la autonomía de la obra literaria y la aceptación de una ética exigida al poeta por las circunstancias, pero ello no impide que, como el caso de Efrain Jara, una parte importante de su obra sea la exploración de la palabra y que esta indagación se constituye en uno de los espacios centrales de su lírica.

Cumpleaños

Por su parte, en la otra ala, el poeta salvadoreño Carlos Ernesto Garcia dice: La poesía de Juana no es complaciente, pero tampoco pretende alzarse como espada vengadora, sino más bien, colocarse en un discreto rincón como una fotografía más de un enorme collage en el que todo es posible, mientras que la poeta y narradora argentina Margarita Drago confirma que: La poesia de Juana M. Ramos es palabra inteligente y poderosa, emerge de las entrañas y se sostiene por la emoción que la vertebra y nos conmueve.

Elave de estas dos alas construye su nido con palabras. La poesía será siempre el mejor lugar para vivir, ella es libre y migra como las golondrinas que no hacen el verano, sino que lo cantan. Los corazones lectores la necesitan para seguir palpitando.

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