No había buitres en Boston

Miyer Pineda, sembrando buitres en las pupilas

No había buitres en Boston

«Si la muerte es un lugar por construir ya es hora de asumir nuestra derrota»

En el texto se puede encontrar una voz que rompe la tradición sin salir de ella. El yo poético de No había buitres en Boston se teje a partir de pinceladas donde surgen personajes de la literatura, referencias históricas y etapas de la vida que se hilvanan en imágenes, creando una composición en la que resalta una pluralidad con la que el lector se puede identificar desde el comienzo. Hay un trabajo de transtextualidad muy marcado que define dos espacios poéticos en la obra: la mirada sobre los libros y sobre la infancia.

Biografía del autor

Su estructura dinámica, en verso y en prosa, reflexiona sobre la existencia desde la que se asume la vida como derrota y salvación en el arte. Los poemas cargados de imágenes atemporales, se insertan en la contemporaneidad desde su calidad de collage cultural y geográfico. Hay un lenguaje de fuerza apabullante que no dejará impertérrito a nadie. Un libro que conecta con el ahora y a la vez traspasa los muros del silencio. Los buitres que no hay en Boston existen en las pupilas de quien devorará estas letras sin saber que quizá también es devorado.

Zarza

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